Durante mis veinte años de experiencia asesorando en fiscalidad y gestión empresarial a todo tipo de empresas, he observado que la mayoría de las preocupaciones de las personas que están al frente de una empresa son comunes, y también la solución a las mismas. Todos necesitan ganar TRANQUILIDAD, CONFIANZA y SEGURIDAD, y estos son los motivos por los que no lo consiguen:
1) Falta de control de la información.
Este es el principal motivo para perder tranquilidad y seguridad. Las PYMES españolas creen que disponer de la información contable y de indicadores económico financieros que les indiquen el camino es únicamente para grandes y millonarias empresas. La realidad es que es fundamental que las PYMES se marquen objetivos, y disponer de unos indicadores básicos que les indiquen si llevan la ruta adecuada no exige inversiones desorbitadas. Para obtener estos indicadores es muy importante que la empresa disponga de sus datos contables de forma inmediata, y ello conlleva que la contabilidad se lleve en la propia empresa, sustentada en un buen asesoramiento que les ayude a determinar unos buenos cimientos para que su contabilidad sea útil para analizar aquellos parámetros que necesitamos controlar para que el barco nos lleve al puerto al que queremos llegar.
2) No tengo tiempo.
El eterno problema. Los empresarios de las PYMES consideran mayoritariamente que no tienen tiempo para dedicarlo a saber a dónde quieren ir, a quien quieren dirigirse, cómo quieren hacerlo… Se dejan llevar por el día a día, sin pararse a ver que está pasando con sus empresas. No se detienen a revisar el avance de sus números y el por qué esto es así, no revisan como evolucionan sus impuestos ni trabajan con su asesoría para mejorar su factura fiscal, ni revisan el funcionamiento de la empresa para evitar riesgos fiscales innecesarios.
Para solventar el no tengo tiempo hay una gran solución: cambiar el orden de prioridad.
3) Yo de este tema no se.
No tienes que saber toda la normativa fiscal, contable o convertirte en un analista, porque sería imposible saber todo aquello que afecta a una empresa, pero como empresarios, el estar bien informado y a tiempo nos aporta confianza y seguridad, y por tanto tranquilidad. Es importante saber cual es nuestra mejor opción fiscal, y saber que indicadores financieros y económicos son importantes para nuestra empresa, y por supuesto revisarlos como mínimo mensualmente.
4) Esto no es para mi.
Muchos dueños de negocio piensan que su empresa es muy pequeña para establecer elementos de control. Que esos conceptos son muy difíciles y que no son necesarios para dirigir la empresa. Creen que la asesoría debe saber lo que hacen en cada momento y es su responsabilidad que la empresa cumpla con toda la normativa. La asesoría te asesora a raíz de la información que la empresa le facilita, pero si no hay información, no puede asesorar.
Para trabajar en tu empresa necesitas conocer lo que es un margen de explotación, una cuenta de resultados, cuánto debes vender para mantener la empresa, que es un coste fijo o uno variable, qué obligaciones fiscales tienes, qué implicaciones fiscales tienen algunas operaciones, qué puedes hacer para reducir los impuestos cumpliendo con la normativa. Estas cuestiones son importantes y si no las conoces, debes rodearte de personas que las dominen, y procurarte esa información con el tiempo suficiente para tomar las acciones necesarias que te lleven a tus objetivos.
5) Aversión al cambio.
No querer cambiar porque hasta ahora se ha hecho así. Esta condición del ser humano nos trae gravísimos problemas en nuestra vida y en nuestras empresas. Cambiar a veces no resulta fácil, pero es absolutamente necesario, y más en los tiempos que corren.
Es necesario adaptarse a las situaciones, ser rápido en este proceso, para poder cambiar nuestra maquinaria de forma que nos permita seguir estando en el mercado, cumplir nuestros objetivos. Lo que funcionó ayer, quizá no funcione hoy, por eso tener los “indicadores de vuelo” adecuados nos va a decir a tiempo si estamos en la ruta adecuada o debemos cambiar de rumbo. Si los indicadores nos dan señales de alerta es el momento de CAMBIAR, de hacer cosas distintas que den resultados distintos, porque si seguimos haciendo lo mismo que hacíamos hasta ahora, empezarán a encenderse pilotos rojos y señales de alerta por todos lados, y quizá cuando queramos girar el vuelo ya no sea posible porque estamos muy cerca del suelo.
Ahora las preguntas son:
¿Tienes los indicadores adecuados para llevar tu avión a su destino o sigues esperando que el piloto automático lo resuelva todo? ¿Te rodeas de la tripulación adecuada que te ayude en esta tarea para que no se te escape nada?